que fueron calles tan pisadas,
creyeron ver
-a nuestro paso-
que todos los antes caídos
retumbaban en sus oídos
por tan inertes y callados pasos.
Y es que calle (por mi querida)
era lisa y merecida,
alfombra roja
sábana limpia
superficie plácida
ausente y perdida
esclava de tantos
-a los que a su paso se aflige-
queriendo decir
lo que nunca dice.
(a la foto aquella en que la perspectiva jugó a su favor y la hizo más bonita de lo que era)
(a la foto aquella en que la perspectiva jugó a su favor y la hizo más bonita de lo que era)