domingo, 31 de agosto de 2014

Mi cortina protectora a rayas

Sólo diferenciaba las lágrimas del resto porque estaban más saladas que el agua. La ducha repicaba en mi cabeza y aún así los pensamientos gritaban más fuerte. Suerte que tenía una cortina y todo lo que había se quedaba ahí dentro. Era nueva y tenía los pliegues aún de estar doblada. La pobre cortina no había podido elegir y le había tocado estar ahí, protegiéndome, acorralándome, y viendo cada delirio que ocurría en ese pequeño espacio. Yo me sentaba bien redonda y me dejaba llover, a ver si el agua se llevaba toda la suciedad interior. 
Solo corría la cortina cuando el agua dejaba de ser salada.

La poliédrica

El frío empezaba ya a doler. Eran vientos punzantes, gotas triangulares y por las venas la sangre que corría estaba tan helada que quemaba ya hasta la piel. Yo era blanca y robótica, punzante como el viento y triangular como la lluvia; estricta, cortante, poliédrica. Cuando salía a la calle los días de frío, mi belleza se realzaba y mis contornos afilados crujían al andar. Todo iba bien, ser intocable daba ese morbo y esa solemnidad que todo el mundo desea poseer. Pero un día apareció el chico redondo. Era de piel caliente y azucarada. Era blando y con olor a pan. Ahí fue cuando descubrí que ser poliédrica era una mierda, porque las cosas poliédricas arañan y porque al final solo dejé migas de pan.

viernes, 29 de agosto de 2014

Espirales de hace un tiempo

El arte se apoderó de mi, de mis lujurias y de mis intenciones. El arte vino para que yo me fuera, para quedarse con mi ser y vaciarlo. Las entrañas, las pesadillas y los miedos se los quedó, los guardó junto a las ganas de huir. Por si algún día se marchaba mi inspiración, el arte había guardado una dosis extra en un bolsillo, podía, como el amor, hacer que pudiese con todo y batíamos a duelo de vida o muerte cualquier oponente. Me desarmaste querido arte. Tus pinceles me apuntaban, me pintabas el agua y yo me estaba ahogando. Mi arte eres tu. Y tu junto a la vida, marchasteis para no volver. Adiós. Adiós. Adiós. Te quiero. Te quise.

lunes, 25 de agosto de 2014

Los días raros

'Estoy bien' es mi nueva manera de decir que me estoy rompiendo por dentro. Yo soy de las que se derraman y se arrancan la piel. De las que escuchan versiones lentas de lo que podrían ser suicidios. De las que no se relacionan, de las que callan, de las que tragan. De las que dilatan los vacíos tanto, que luego se convierten en pozos. Pozos en los que se puede llegar tan hondo que para luego salir hay que pedir rescate, y yo eso no sé lo que es.
Me gusta el aislamiento, mi locura, quedarme a vivir en ciudades que no son mías y crear países en utopías cerebrales.
No es que me pase nunca nada en concreto, es como que me pasa todo a la vez, es como que me siento desnuda a todas horas frente a alguna cosa que está ahí, al acecho para apoderarse de la poca cordura que me queda. Soy contraria y opuesta, bipolar, una cabra loca sin un mapa trazado, sin ninguna maniobra planeada, expuesta al peligro en medio del bosque.
Puede que todo sea fruto de tu posible huída, de las posibilidades a volverme nada -o menos-. De que me vuelvas a faltar, o de que sigas faltándome. De que faltes como siempre. Y yo no pueda ya vivir de recuerdos. De que las noches vayan cada vez alargándose más, de que las cosas que escriba sean cada vez más tristes.
De vivir en trenes y morir en andenes,
todo por no volver a dormir con monstruos. 


domingo, 24 de agosto de 2014

Heridas, despertares y tabaco por todas partes.

De cuando rompíamos ventanas y hubiéramos saltado acantilados.
De cuando no conocíamos aún el sabor de cuando no estás.
De cuando teníamos el mismo olor, las mismas marcas de las sábanas.
De cuando bebíamos café.
tu siempre sin azúcar.
De cuando seguía la cuenta de cada pliegue de tu risa,
y me descontaba a propósito.
De cuando me hacías heridas,

Pero luego empezaste a ser cauteloso y a entrar siempre por las puertas. Incluso las cerrabas para que el viento no rompiera los cristales. Empezamos poco a poco a descubrir que separados teníamos sabores distintos, que mi piel reaccionaba diferente a las sábanas de tu ausencia. A cambiar el café por no desayunar nada y a odiar cada vez más el azúcar. A ya no verte nunca reír, e intentaba contarte los pliegues a través de las llamadas, cada vez más cortas, y las heridas... las heridas fue lo único que se mantuvo. Las heridas han ido incluso aumentado, son más anchas, más hondas, dibujan senderos. Las heridas saben igual que los despertares. Saben al hedor del vacío, a la amarga distancia y a eso tan amargo que tu tanto adorabas.

Heridas, despertares y tabaco por todas partes.

A flote

Son las cosas que no haces, las bromas que no sigues, las decepciones que no evitas; lo que van hundiéndome cada vez más. Habrá un día en el que me canse ya de tanto nadar. Yo siempre he sido alguien a quien el mar le da cierto coraje. Sólo sé nadar si hundo la cabeza pero entonces es cuando la respiración es el problema. 
Y yo aquí tengo que mantenerme a flote, o los dos nos hundimos, y yo ya te he dicho que sólo se me da bien bucear, pero para bucear hay que sumergirse y a ti no te gusta que te entre agua por los oídos.
No nos mantenemos a flote. Te agarras a mi y ya apenas me quedan fuerzas. 
La verdad es que aguantaré. Porque esto solo es agua y sé que te da miedo.
Tu haces lo mismo conmigo y las noches.

Gracias por no dejar que me ahogue entre las sábanas. Gracias por dejar siempre la vida encendida.
(per tu)

Què fer-ne amb la vida

La vida és àrida i feixuga. La vida és anar caminant i trobar-se un oasis enmig de les dunes. La vida és tan espessa que travessar els núvols podría ser més bona idea. 
La vida és fugitiva i captiva a la vegada. És d'aquelles que et rapta i t'escorcolla mentre prova de donar-te ales per a la imaginació. És cega i va de bòlit, sovint fent batzegades per lligar dos passes seguides. 
Però aqui la tenim any rere any, valenta i atrevida intenta encisar-nos a tots. Amb el seu do per mostrar-se tendre, divertida, plena de riqueses; i que l'aprofita per passar-hi de llarg i deixar només que maldecaps.
La vida es dispersa i s'endinsa en cadascun de nosaltres, ens fa caminar sense tornar enrere i ens agreuja el propi pes que ja tenen per si soles les nostres decisions. La vida no l'hem triada amics, la vida ens ve de fàbrica, i representa que hem d'agraïr a qui regna tot aquest món pocasolta que siguem partíceps de tal bogeria.


Jo donaré les gràcies. 
No per la vida, sinó per tenir les arts que calen per fer-ne d'ella un companya de guerra.

sábado, 23 de agosto de 2014

La meva lluna Maria

Però ella era especial. Altiva i solemne, era la lluna de cada nit, era la lluna fins i tot de dia.
Regnava dins les coves i els llops sovint la buscaven, per dir-li que aquella nit encara estava més bonica. Quan la vaig conèixer era una lluna de foc, amb uns cabells vermells encesos que cremaven les sospites d'algú extrany.
Els seus cabells encesos acabaven amb espurnes, amb flames -mig d'encís mig de rebel·lia- però que aviat es convertiren en bengales d'amistat.
Ara la lluna s'ha fet més estable. Ja no crema ni enlluerna. Ara és una lluna còmoda per viure-hi. Ara té ones blaves i verdes.
Ara és la meva serenitat,
i no només la busquen els llops.
Ara tots els animals d'aquesta selva volem beure'ns la seva vida.
Has entrado tanto en mí que me has cosido un traje con tu tacto. Tanto, tanto, que activas mis funciones. De esos que la cremallera te cierra la respiración y de los que las mangas te quedan un poco cortas. Un traje a medida de los que da miedo ponerse; por si se descosen, por si la cremallera luego no baja, por si respirar se te olvida. 
En verdad es de esos que encaja como un guante, de los de tela suave y calentita, de los que no pasan de moda.
Seria imposible ahogarse con ese traje.
Hasta sirve para dentro del agua.

viernes, 1 de agosto de 2014

Flightless bird, american mouth

Y de repente has tenido que aparecer. De entre todas las canciones de la lista de reproducción te has elegido tu y has aparecido con tus acordes solemnes. Verás, basta ya de juegos y de aparentar casualidades. Eres la jodida guinda del pastel que coronas todas y cada una de mis noches negras en blanco. Yo estoy aquí, ahogándome, y tu no paras de describirme el agua. 
Eres una piedra, y te has enredado con mis pies y estás haciendo que cada vez me hunda más y deje ya de ver el agua azul.
Márchate Flightless Bird, odio tu American Mouth.