sábado, 27 de diciembre de 2014

la foto fundida

Definir a una persona es tan complicado que tan sólo he encontrado un posible caso de ello.
Era una foto, una foto hecha por si misma. Era un instante en que ella cerraba los ojos, porque sé bien que ella es así de introspectiva. Parecía que la foto fuese tomada en uno de esos momentos en que ella implosiona, y se transporta a Belice.
La foto la había fundido con otra. De un paisaje, de mares y alguna montaña. Y me parecía tan curioso que fuera esa justamente... Ella tiene tantos mares por dentro que quien se atreve a conocerla sólo puede hacerlo si sabe nadar bien. Yo soy más de bucear, tanto que aquí me tiene bien adentrada en sus profundidades, descubriendo de dónde provienen las raíces que hacen crecer montañas en medio de mares.
Ella es esa tranquilidad, la del agua calmada, la de las orillas que te cuentan todas esas cosas que el oleaje va lamiendo. Y a mi me encanta surcarla.
En la foto salía con los ojos cerrados, pero sé bien que los sueños, los sueños ella los tiene siempre despiertos.

Anaranjamiento

Últimamente todo va así, de llorar mares y que se te queden dentro. Mi pecho ya no puede amortiguar más golpes y parece que todos los rincones se han vuelto ya acuíferos. Me desplazo yo sola y me quedo escuchando, como si nada fuera conmigo, como si esperara que alguna de las veces que se repite mi nombre sonara diferente. Pero la verdad es que no, que la ansiedad esta que me está comiendo es cada vez más amarillenta, más anaranjada, y mi amiga asigna el naranja a aquellas cosas que no son buenas. 


martes, 2 de diciembre de 2014

Articulaciones

No entiendo porqué el frío se me queda siempre encallado en las rodillas.
Será que soy demasiado aprensiva.

Y las rodillas forman un núcleo, implosionan, tan hacia dentro que me duelen como si fueran piedras. Porque las piedras duelen, las piedras taponan. Y mis rodillas conducen el frío hacia todas partes.
Y es una mierda.
Luego viene eso de querer irse y no poder correr. Porque no tienes rodillas, tienes piedras. Y me quedo clavada, muda pero con tanto que decir. Pero no entiendes eso de que mis rodillas transporten el frío por todas partes y se me hiele hasta la lengua.
Pero las rodillas frías son síntoma de algo bueno, de que al menos, algo se siente. Te da tiempo cuando se empiezan a helar las rodillas de marcharte a algún lugar más cálido, te avisan las rodillas de que corras, como puedas, sino el frío subirá por las venas al corazón.

Entonces ahí sí que estaría perdida.
Mientras tanto intentaré eso de irme cuando empiece a notar frío en las rodillas. O escribiré bajo los efectos de Lykke Li, y haré hincapié en eso de honrar la tristeza. Porque es bonita, es fría y ayuda. Más que estar bien.

Sólo me conozco cuando estoy triste.
Y bueno, conocerse permite hacer cosas bonitas.
Gracias rodillas por marcarme el momento justo en el que salir huyendo.
(pero siempre sin correr.)

viernes, 14 de noviembre de 2014

Onix, 305

Eran las 14:30. La clase acababa y todos se marchaban para sus casas, o para comer, o para ir a tomar algo juntos. Pero nosotros nos escondíamos, íbamos cada uno por una calle y cuando todos giraban la esquina, entonces tu y yo nos encontrábamos. Eso sí que era algo bueno. Era hacerse nuestro un banco del Nacional, era recordar siempre el beso del Auditori, era llegar a odiar calles de lo largas que se nos hacían y de lo que nos pesaban las ganas de tenernos. Era llegar y seguir escondiéndonos, y descansar en el ascensor porque nos sentíamos como en casa. Y entonces entrabas en la 305. Y allí estaban, azules, las paredes que tanto atrapaban. 
Era nuestra rutina, la de dejar los abrigos en la mesa pequeña, tumbarnos en la cama mientras metías los tuppers dos minutos en el microondas y comer viendo Arucitys. Luego venia la parte de volverse a tumbar y bajar las persianas porque creías que los del bloque de delante nos verían... Y luego nos dormíamos y acababa luego siempre vistiéndome rápido y llegando tarde a todas partes. 
Era nuestra cueva, allí nos curábamos, allí crecimos, y parece a veces que allí nos hemos quedado. 
Estamos tan atados que cada vez que intentamos cortar un hilo los demás empiezan a tener más peso. Y no están hechos para aguantar tanto. 
Volvamos a cosernos una rutina.
Ahora el piso tiene las paredes amarillas...
...a mi siempre me había gustado el amarillo.

Oda a la Onix,
305

domingo, 2 de noviembre de 2014

Constel·lacions i branques

If I lay here... if I just lay here...
Deia una d'aquelles cançons que em feia trencar-me en mil bocins. M'entrava el Crashing Cars per on començaven les venes i em recorria tota la teranyina d'artèries fins al bell mig de l'esquena. 
I m'esquinçava, sentia fred per tot arreu i em reconfortava a la vegada notar totes i cadascuna de les parts més petites. Em sentia viva... Com si això m'hagués de salvar la vida... Pero sempre em preguntava què és el que havia de fer... (how to save a life...) per a salvar-me la vida.
Capbussar-me, deien. Però dins l'aigua encara era més freda la pell i els peus aleshores despertaven, després d'haver estat tant de temps arrelats als llençols, i em pujava pel tronc masses nius de formigues que es bellugaven tant que feien danses pel meu melic, d'on la vida irradiava tant de foc que s'hi quedaven a viure, com una cova, com un aixopluc per la tempesta que queia des de dalt, des de les persianes dels meus ulls, des del vidre de les finestres, sempre fredes i humides. 
Masses branques començaven ja a eixir des de les meves pigues. Jo pensava que amb el temps s'anirien creant constel·lacions en tots aquells mapes que s'havien anat dibuixant pel meu cos... però no... aquells diminuts punts no van voler mai expandir-se i tocar-se els uns als altres, sinó que van voler sortir disparats enfora i, com fletxes, anar a caçar algun foraster. 
Jo no era cap lloc segur i fèrtil per a que res hi creixés vora meu. 
Tret de tu. Que vas decidir arraigar-te, i enfilar-te. I mica en mica vas treient aigua no sé d'on per regar-te, i crèixer. Amb mi. 
I mira que no és gens fàcil...
Jo sempre he estat un arbre mort. 

viernes, 31 de octubre de 2014

Esta ternura, de mi Julio

Esta ternura y estas manos libres,
¿a quién darlas bajo el viento? Tanto arroz
para la zorra, y en medio del llamado
la ansiedad de esa puerta abierta para nadie.
Hicimos pan tan blanco
para bocas ya muertas que aceptaban
solamente una luna de colmillo, el té
frío de la vela la alba.
Tocamos instrumentos para la ciega cólera
de sombras y sombreros olvidados. Nos quedamos
con los presentes ordenados en una mesa inútil,
y fue preciso beber la sidra caliente
en la vergüenza de la medianoche.
Entonces, ¿nadie quiere esto,
nadie?

(Julio Cortázar)
El increíble,

miércoles, 29 de octubre de 2014

Cosas no tan tristes

Y está bien, a veces, hablar de cosas no tan tristes. 
De recordar y tal vez no ahogarse, de dejar reposar a los interiores, y sentir como nunca todo lo que toque tu piel.
Ayer comía palomitas y crujían en mi boca mil destellos de sal que un día habían sido rocas. Grandes y fuertes se desmenuzaron para acompañarme a mi en el placer de ver una película sobre una niña mágica. Y tu estabas al lado. Y las rocas estaban satisfechas por haberse sacrificado entonces. 
Yo me desmenuzco y me hago diminuta tantas veces que creo que la única vez que conseguí ser roca fue el día del beso en el banco de l'Auditori. 
Pero cada mota pequeña de sal se iba quedando reposada en mis labios, como si cada vez que te tocara me quedaran en las manos un puñado de pecas. Y decías que estaba salada. 
Me gusta la sal y más ser salada. 
Me gusta que a veces, al hablar de cosas no tan tristes, seamos capaces de sentir aún más. Porque lo bueno, aunque no ensanche tanto el arte, el alma lo agranda hasta dimensiones estratosféricas.
Tu a mi me haces tanto bien, que hasta me parece bien hablar de cosas no tan tristes.

domingo, 19 de octubre de 2014

hasta los inquebrantables
a veces
se rompen

y yo solía
perder el tiempo
en todo aquello inútil
y bonito

¿no sabéis por cierto,
que la tristeza
ensancha el arte?

pero me rompías cada vez
que de mi arte
hacías vacíos

y esos ni se rompían
ni se palpaban
eran daños
inquebrantables

Este es mi Belice

Quiero que sepas, si lees esto, que te tengo dentro de mí. 
Hace unos días hablaba de ti sin tan siquiera entender que todos te llevamos dentro, que vives adormecida en todos los inconscientes y que de golpe te paras y decides darle vueltas a lo que aparentemente no tenia importancia.
Y apareces,
tienes pinta de oasis y ese nombre bonito sólo hace que engañar.
Eres tan oscura que cualquier lugar es más apetecible que tú. Que tus olas, que tus infinitas orillas
(de esas que esperas que vengan y luego no acaban nunca por terminar).
Y es entonces cuando apareces, que tu nombre bonito se convierte en un estado de ánimo, en una segunda piel, en un mapa de bifurcaciones y de telarañas, por donde todos se pierden, por donde nadie se encuentra, por donde quizás llegar es el peor remedio.
Y de ahí no se sale. 
De ese país en que los mares se lloran ellos mismos, y las cosas no se arraigan bajo nada, en donde las lunas y los soles son efectos secundarios de los somníferos y donde lo más recto que puedes encontrarte es una esquina. 
(entonces el avance pronto se convierte en bucles de giros y esquinas. M)

Y entonces es cuando giro y os veo. Y yo te paso por la cabeza pero decides apartarme cual mosca. Y le das lo que me habías estado dando a mí, y la conviertes en algo cuando todos sabemos que ella no es nada. Y a mi las enredaderas empiezan a treparme por todas partes y ahogan todo lo que pillan.
Venas, pulmones, corazones... Porque sí, yo tengo más de uno. El que un día me vino dado y el que poco a poco me fuí construyendo desde que apareciste. Para los golpes bajos, los muertos y los inesperados. Para circulaciones más lentas y para tenerlo de repuesto, por si tengo que ir cosiéndome mientras tanto. 

Entré en Belice cuando volví a recordar el 1 de Enero. 
Y lo gilipollas que fuí por entonces dejarlo pasar.
Ahora sólo quedan ellos libres y yo náufraga,
de Belice,
y de mis propios mares que me lloro cada noche.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Noches

Me tomé la infusión de cada noche. Quemaba, ardía, de tal modo que parecía que el líquido se iba agarrando a cada milímetro de garganta para no caer por el precipicio. Pero caía y el golpe retumbaba y las llamas alcanzaban hasta los ojos. Luego venía el impasse hacia el estado de sueño, el inalcanzable reposo y la esperada mente en blanco.
Hacía ya noches que no podía dormir, entre las pesadillas y los vacíos, yo no hacía más que caerme en medio de todo, y temblar a cada minuto que la hora del día iba estando más cerca.
De dormir las horas como minutos, y de descansar encima de clavos, de migrañas tempestivas y de relámpagos fuera y dentro, truenos, y redobles por todas partes. De calmar las cosas con evadirme y con ello sufrir más.
De querer ser invisible, indolible.
De tratar de pasar las noches como si estuvieras ahí.
Pero que los truenos me sigan despertando, y vea vacíos por todas partes.

Mi verano ha tenido demasiadas tormentas.
Veremos si el invierno viene con algo más de sol.

(O acabaré con los labios tan cortados que hasta la sal de las lágrimas me dolerá. Como si no dolieran ya por ellas mismas.)

sábado, 27 de septiembre de 2014

Con el agua hasta el cuello

Así estaba
creyendo que me iba a ahogar a cada segundo que pasaba,
sabiendo que ese sería el último centímetro de cielo que iba a ver...
Pero luego resultaba que el agua bajaba y todo el sofoco había sido en vano.

Me quedo sin duda con el invierno.
No quiero más veranos.
O no como éste.

Elijo el frío, para así tener una excusa cuando me ponga a temblar.

Esto es de lo poco bueno que he hecho últimamente, y tan siquiera te has dado cuenta.
Yo antes podía dormir,

ahora cada vez me conozco menos.
(De pedir a gritos que alguien me salve, pero de callarse cuando ves que vienen. De eso va la cosa.)

martes, 23 de septiembre de 2014

I què vols que et digui jo a això?
Estàs contradien-te tu mateix, estàs provocant en mi embolics i nusos per tot arreu. Et manquen les ganes i busques companyia, companyia diferent de mi, o més companyia per quan estem sols. No decideixes fins que és massa tard per a la opció correcta, em desordenes, m'esquinces, em desmontes els plans.
Enyoro la teva delicadesa, els dies planificats. Busco la puntualitat que vas perdre abans de baixar-te del primer tren, la senzillesa de fer les coses ben fetes. 
Em dius amb cada gest que veure'm et costa la vida.
I a mi la vida em costa cada vegada més. 

domingo, 31 de agosto de 2014

Mi cortina protectora a rayas

Sólo diferenciaba las lágrimas del resto porque estaban más saladas que el agua. La ducha repicaba en mi cabeza y aún así los pensamientos gritaban más fuerte. Suerte que tenía una cortina y todo lo que había se quedaba ahí dentro. Era nueva y tenía los pliegues aún de estar doblada. La pobre cortina no había podido elegir y le había tocado estar ahí, protegiéndome, acorralándome, y viendo cada delirio que ocurría en ese pequeño espacio. Yo me sentaba bien redonda y me dejaba llover, a ver si el agua se llevaba toda la suciedad interior. 
Solo corría la cortina cuando el agua dejaba de ser salada.

La poliédrica

El frío empezaba ya a doler. Eran vientos punzantes, gotas triangulares y por las venas la sangre que corría estaba tan helada que quemaba ya hasta la piel. Yo era blanca y robótica, punzante como el viento y triangular como la lluvia; estricta, cortante, poliédrica. Cuando salía a la calle los días de frío, mi belleza se realzaba y mis contornos afilados crujían al andar. Todo iba bien, ser intocable daba ese morbo y esa solemnidad que todo el mundo desea poseer. Pero un día apareció el chico redondo. Era de piel caliente y azucarada. Era blando y con olor a pan. Ahí fue cuando descubrí que ser poliédrica era una mierda, porque las cosas poliédricas arañan y porque al final solo dejé migas de pan.

viernes, 29 de agosto de 2014

Espirales de hace un tiempo

El arte se apoderó de mi, de mis lujurias y de mis intenciones. El arte vino para que yo me fuera, para quedarse con mi ser y vaciarlo. Las entrañas, las pesadillas y los miedos se los quedó, los guardó junto a las ganas de huir. Por si algún día se marchaba mi inspiración, el arte había guardado una dosis extra en un bolsillo, podía, como el amor, hacer que pudiese con todo y batíamos a duelo de vida o muerte cualquier oponente. Me desarmaste querido arte. Tus pinceles me apuntaban, me pintabas el agua y yo me estaba ahogando. Mi arte eres tu. Y tu junto a la vida, marchasteis para no volver. Adiós. Adiós. Adiós. Te quiero. Te quise.

lunes, 25 de agosto de 2014

Los días raros

'Estoy bien' es mi nueva manera de decir que me estoy rompiendo por dentro. Yo soy de las que se derraman y se arrancan la piel. De las que escuchan versiones lentas de lo que podrían ser suicidios. De las que no se relacionan, de las que callan, de las que tragan. De las que dilatan los vacíos tanto, que luego se convierten en pozos. Pozos en los que se puede llegar tan hondo que para luego salir hay que pedir rescate, y yo eso no sé lo que es.
Me gusta el aislamiento, mi locura, quedarme a vivir en ciudades que no son mías y crear países en utopías cerebrales.
No es que me pase nunca nada en concreto, es como que me pasa todo a la vez, es como que me siento desnuda a todas horas frente a alguna cosa que está ahí, al acecho para apoderarse de la poca cordura que me queda. Soy contraria y opuesta, bipolar, una cabra loca sin un mapa trazado, sin ninguna maniobra planeada, expuesta al peligro en medio del bosque.
Puede que todo sea fruto de tu posible huída, de las posibilidades a volverme nada -o menos-. De que me vuelvas a faltar, o de que sigas faltándome. De que faltes como siempre. Y yo no pueda ya vivir de recuerdos. De que las noches vayan cada vez alargándose más, de que las cosas que escriba sean cada vez más tristes.
De vivir en trenes y morir en andenes,
todo por no volver a dormir con monstruos. 


domingo, 24 de agosto de 2014

Heridas, despertares y tabaco por todas partes.

De cuando rompíamos ventanas y hubiéramos saltado acantilados.
De cuando no conocíamos aún el sabor de cuando no estás.
De cuando teníamos el mismo olor, las mismas marcas de las sábanas.
De cuando bebíamos café.
tu siempre sin azúcar.
De cuando seguía la cuenta de cada pliegue de tu risa,
y me descontaba a propósito.
De cuando me hacías heridas,

Pero luego empezaste a ser cauteloso y a entrar siempre por las puertas. Incluso las cerrabas para que el viento no rompiera los cristales. Empezamos poco a poco a descubrir que separados teníamos sabores distintos, que mi piel reaccionaba diferente a las sábanas de tu ausencia. A cambiar el café por no desayunar nada y a odiar cada vez más el azúcar. A ya no verte nunca reír, e intentaba contarte los pliegues a través de las llamadas, cada vez más cortas, y las heridas... las heridas fue lo único que se mantuvo. Las heridas han ido incluso aumentado, son más anchas, más hondas, dibujan senderos. Las heridas saben igual que los despertares. Saben al hedor del vacío, a la amarga distancia y a eso tan amargo que tu tanto adorabas.

Heridas, despertares y tabaco por todas partes.

A flote

Son las cosas que no haces, las bromas que no sigues, las decepciones que no evitas; lo que van hundiéndome cada vez más. Habrá un día en el que me canse ya de tanto nadar. Yo siempre he sido alguien a quien el mar le da cierto coraje. Sólo sé nadar si hundo la cabeza pero entonces es cuando la respiración es el problema. 
Y yo aquí tengo que mantenerme a flote, o los dos nos hundimos, y yo ya te he dicho que sólo se me da bien bucear, pero para bucear hay que sumergirse y a ti no te gusta que te entre agua por los oídos.
No nos mantenemos a flote. Te agarras a mi y ya apenas me quedan fuerzas. 
La verdad es que aguantaré. Porque esto solo es agua y sé que te da miedo.
Tu haces lo mismo conmigo y las noches.

Gracias por no dejar que me ahogue entre las sábanas. Gracias por dejar siempre la vida encendida.
(per tu)

Què fer-ne amb la vida

La vida és àrida i feixuga. La vida és anar caminant i trobar-se un oasis enmig de les dunes. La vida és tan espessa que travessar els núvols podría ser més bona idea. 
La vida és fugitiva i captiva a la vegada. És d'aquelles que et rapta i t'escorcolla mentre prova de donar-te ales per a la imaginació. És cega i va de bòlit, sovint fent batzegades per lligar dos passes seguides. 
Però aqui la tenim any rere any, valenta i atrevida intenta encisar-nos a tots. Amb el seu do per mostrar-se tendre, divertida, plena de riqueses; i que l'aprofita per passar-hi de llarg i deixar només que maldecaps.
La vida es dispersa i s'endinsa en cadascun de nosaltres, ens fa caminar sense tornar enrere i ens agreuja el propi pes que ja tenen per si soles les nostres decisions. La vida no l'hem triada amics, la vida ens ve de fàbrica, i representa que hem d'agraïr a qui regna tot aquest món pocasolta que siguem partíceps de tal bogeria.


Jo donaré les gràcies. 
No per la vida, sinó per tenir les arts que calen per fer-ne d'ella un companya de guerra.

sábado, 23 de agosto de 2014

La meva lluna Maria

Però ella era especial. Altiva i solemne, era la lluna de cada nit, era la lluna fins i tot de dia.
Regnava dins les coves i els llops sovint la buscaven, per dir-li que aquella nit encara estava més bonica. Quan la vaig conèixer era una lluna de foc, amb uns cabells vermells encesos que cremaven les sospites d'algú extrany.
Els seus cabells encesos acabaven amb espurnes, amb flames -mig d'encís mig de rebel·lia- però que aviat es convertiren en bengales d'amistat.
Ara la lluna s'ha fet més estable. Ja no crema ni enlluerna. Ara és una lluna còmoda per viure-hi. Ara té ones blaves i verdes.
Ara és la meva serenitat,
i no només la busquen els llops.
Ara tots els animals d'aquesta selva volem beure'ns la seva vida.
Has entrado tanto en mí que me has cosido un traje con tu tacto. Tanto, tanto, que activas mis funciones. De esos que la cremallera te cierra la respiración y de los que las mangas te quedan un poco cortas. Un traje a medida de los que da miedo ponerse; por si se descosen, por si la cremallera luego no baja, por si respirar se te olvida. 
En verdad es de esos que encaja como un guante, de los de tela suave y calentita, de los que no pasan de moda.
Seria imposible ahogarse con ese traje.
Hasta sirve para dentro del agua.

viernes, 1 de agosto de 2014

Flightless bird, american mouth

Y de repente has tenido que aparecer. De entre todas las canciones de la lista de reproducción te has elegido tu y has aparecido con tus acordes solemnes. Verás, basta ya de juegos y de aparentar casualidades. Eres la jodida guinda del pastel que coronas todas y cada una de mis noches negras en blanco. Yo estoy aquí, ahogándome, y tu no paras de describirme el agua. 
Eres una piedra, y te has enredado con mis pies y estás haciendo que cada vez me hunda más y deje ya de ver el agua azul.
Márchate Flightless Bird, odio tu American Mouth. 

domingo, 29 de junio de 2014

Las direcciones


Yo me iba ya para casa pero me hiciste salir algo antes de la biblioteca. Tú estabas ya tumbado y te hice salir. Yo salía de algo pero no me daba miedo meterme de nuevo. Tú no ibas para ninguna parte, y eso te parecía ya un buen lugar. Mis rutinas no existían, las empecé a marcar contigo y tus miedos a la vez aumentaron. Dicen que las mujeres somos de Venus y los hombres de Marte pero yo creo que en esos momentos me encontraba cerca de lo que parecía Saturno. Luego ya fue todo ir y venir y con quedar partirse pero de la risa y del miedo y del vértigo. De yo seguirte y tu frenar, de luego darme cuerda y yo no saber bien que hacer. De golpe pareció que íbamos para el mismo lado. Y ahora ya no hay ni yo ni tú, ahora es algo en la misma dirección.

lunes, 16 de junio de 2014

Todo lo que tengo encima de la mesa

Una cuchara de ayer. Aún tiene restos de yogur.
Once libros, algunos leídos y otros que no. He compartido tanto con ellos que me da pena guardarlos.
Una máquina de hacer agujeros, para no estar indefensa.
Bolígrafos que no van.
Rotuladores que no pintan.
Y tantas otras cosas, que la mesa del peso se va doblando.
Pero tampoco quiere que la recoja.
Mi mesa bipolar ayer se partió. 
En su entierro hemos ido la cuchara, los libros, la máquina de hacer agujeros, los bolígrafos y los rotuladores y obviamente yo. 
Mi mesa bipolar se merecía unas palabras. 
Le leí mi trabajo de Tarkovski.

domingo, 1 de junio de 2014

·

Los cuerpos vinieron vacíos y secos. Las almas los mojaron. Los miembros entumecidos se partían de risa cada vez que el frío venía, y se quedaba.
Suerte del calor ese que pasaba por debajo de las sábanas.
Te habías dejado la vida encendida.

lunes, 19 de mayo de 2014


Mis rodillas empezaron a flaquear. Ya no era el temblor de cuando me ponías nerviosa al no tener clara la hora a la que vendrías. Ya no era el incesante vaivén de las piernas esperandote en cualquier lugar, ni tansolo eran ya las rampas de cuando dormía. Ahora la inestabilidad se había filtrado por cada una de mis pecas, y a modo de árbol que se alimenta de sus raíces, todo mi ser se arraigaba a esas pecas, a esos puntos de incertidumbre, a esas motas de polvo esparcidas por una piel que ya no tocabas. 

sábado, 12 de abril de 2014

Som com una cançó dels Manel callada dins d'un pot de vidre,
com si, com un d'aquells vaixells de col·leccionista que intenta surar per l'aigua,
tu i jo estiguéssim tota l'estona tractar d'evitar enfonsar-nos dins de les nostres pròpies llàgrimes.
Desfes-te de les parets de vidre siusplau, Soldadet valent, valent, arrapeu-vos a la vida amb les urpes i amb les dents. 
I trenca el vidre.
Els dies bons gairebé som invencibles.
Fem que tots els dies siguin bons. 

miércoles, 5 de marzo de 2014

Avui he passat pel nostre banc; el del fred i la incomoditat d'aquell primer dia, el de les palmeres i el cel blau de no fa tant. 
El que mirem de reüll i vetlla el Nacional.
El que ens fa veure que encara som desconeguts que s'atrapen per un petó més llarg del normal.

domingo, 16 de febrero de 2014

Mi corazón baila como Billy Elliot con su twist al saber que estás en casa. La casa que me construyo en ti a modo de refugio para días de decaída. Y para días de celebrar. Son los cigarrillos que fumamos juntos y que nos llevan a un suicidio lento, del mismo modo que podría considerarse suicidio cada vez que me dejas sola. Son los agujeros que provocas dentro de mí. Como acantilados de metros y metros de profundidad que inundas cada vez que dices algo sin sentido, como que puedas quererme. Son olas de calor para un cuerpo hasta ahora frío e inerte. Empiezas a descongelarme, mis pies ya notan el suelo más frío que ellos mismos y, aunque suene algo disparatado, existe ya algo más a después de mañana. 
Quién lo iba a decir...
...me llamaban independiente. Cuando en realidad todo el mundo sabía que dependía de todo. 

miércoles, 5 de febrero de 2014

Femmes

Une femme est une femme y eso nadie lo duda. 
Y no somos difíciles. 
Hay que entender que las femmes no siempre queremos lo mismo, es la única regla y premisa para adentrarse en nuestro mundo. 
Saber que no todos los días necesitaremos amor y
que puede que hoy te pida una película y mañana un polvo, o un polvo mientras vemos una película. Así que trata de entender eso, y nos habrás ganado. 
Encierta mi necesidad de hoy, 
y entonces serás la necesidad de mañana.

martes, 28 de enero de 2014

La eternidad y un día

serán necesarios para que yo ya no quiera 
estar
con
tigo.
El día después de la eternidad podrás irte, si quieres, pero déjame antes vivir las siete vidas que me pertenecen
con
tigo.
O el día después de la eternidad seguiré sin dejarte ir. 
Piénsalo.
Siete vidas eternas con sus 'mañana' respectivos, y todas las mañanas conmigo, como si siete vidas no fueran suficientes, ni la eternidad, como si aún nos faltara un día. 
Un día con siete vidas;
un día eterno.

domingo, 26 de enero de 2014

I ara que sé que ho llegiràs 
has de saber que 
l'hivern no ha sigut tan fred gràcies a tu, 
i que els meus buits no són tan fondos ni
les meves pors tan grans.

Gràcies per menjar-te els meus monstres.
Words don't come easy per explicar el que et vull explicar. T'estàs convertint en casa meva; vull dir que et veig i
és com entrar a la meva llar, 
com sentir l'escalfor d'allò conegut,
i somriure a la comoditat.
Queda't o I'll be lost.
És sentir-me jo mateixa mentre em miro a la teva cara, i és voler més.



viernes, 24 de enero de 2014

A les noves ànimes

Sóm fruit de decisions i de camins inexplorats. A mi la sort, o el destí, m'ha portat a trobar-me. No m'he trobat jo sola ni per art de màgia, de fet si m'he trobat és perquè he topat amb gent que m'omple l'ànima. He passat a formar-me una llar entre d'altres parets que no m'eren conegudes, a dormir entre uns altres coixins els quals ara porten el meu nom cosit, m'heu brodat una teranyina de la que no en vull sortir. M'atrapeu i em doneu vida, els gustos i la passió ens caracteritza per ser uns joves amb tot un món per menjar-se i que tenen prou força com per beure's la vida d'un sol glop. Jo ara podria morir. M'heu completat, m'heu refet. Sóc algú a qui cap cova amaga entre les seves tenebres, ni cap penya-segat amb alçada vertiginosa. Ara sou llum i llar. Ara sóc qui he buscat sempre. 

jueves, 23 de enero de 2014

Trepitjar la por passa a passa mentre la sentim cruixir sota els nostres peus i aixecar la mirada, amb aire triomfant, per veure un horitzó que mai acaba mentre les últimes espurnes de sol reflecteixen pigues de llum sobre la teva cara,
com una síndria
una platja de sorra...
com si m'assenyalessin tots els llocs on t'he fet petons.


Antes de que te vayas déjame decirte que...
...nada
mejor no digo nada...

así te quedas.

miércoles, 22 de enero de 2014

Busquem la inspiració en dies grisos i foscos. 
Busquem la companyia dels enfonsats sota terra i dels que volen per sobre els cables de llum,
de les nits i les mantes. I del el no-res.
Busquem coves per amagar-nos, humides i on tansols hi passa un vent petit, un vent fugaç.
Busquem éssers errants, per tenir algú amb qui el perdre's no sigui un problema.
Busquem cançons tristes i fondes i problemes a cada cantonada amb els que ensopegar.
I mal, busquem el martiri per tot arreu, i busquem que l'entenguin.

Per això escribim.

;

Tu mano por encima de los pantalones me estaba poniendo tan nerviosa que había perdido
el hilo de la película,
la noción del tiempo,
dos pestañas con sus respectivos deseos,
el frío de unos minutos antes
y el hambre.

martes, 21 de enero de 2014

Ara ja no sóc només jo. No depenc únicament de cap a on vull anar i què he de fer per anar-hi, ni de triar ni de respondre preguntes que ni jo mateixa entenc. No depenc del meu humor, ni de les meves ganes de viure, ni de tenir l’equilibri per no caure tot i que el terra no es mogui. Ara ja no sóc només jo, encara que és la vegada que més consciència tinc de mi mateixa. Mirar-se endins és una sensació que provoca pànic, tenim por del que ens envolta quan els propis monstres els portem a dins. La por a la solitud, a l’efecte de les persones en nosaltres, a les grans tempestes i maldecaps i la gran por a no ser com volem. Ens convertim en hivern cada cop que ens recorden que estem sols. Una part de mi és un autòmat mentre una altra es beu la vida d’un sol glop. Els “t’estimo” i els “perdó” esperen junt a les “gràcies” a l’andana a que arribi el proper tren a curta distància. Sovint amaguem les veritats sota les pupil·les, que em delaten al dil·latar-se cada cop que t’apropes. Sí, tu. Si ara ja no només sóc jo és perquè en part sóc una mica de tu. O de mi i de tu barrejats, com una barreja del que a mi em manca i tu em dones, de treball en equip. Les ferides hi són, ho sabem, però de fet la gràcia està en intentar posar remei i acceptar-les, amb somriures i amb valentia. Tu les meves i jo les teves, per si algun dia cal recordar que sóm millors quan estem junts. 

Per tu

Avui t'he conegut.

He entrat dins dels teus ulls i he vist allò que sols a mi em deixes veure. 
Les teves pors m'han saludat, m'has fet inventari de les teves debilitats i m'has somrigut amb cada centímetre de pell.

Les meves reaccions a tu són fruit del que em dones; 

la pell de gallina,
els peus freds,

i els meus estats d'abstinència quan et separes de mi.
Y las heridas las vamos escondiendo una a una para que no nos amarguen la existencia 

pero apagarlas no es curarlas,

apagar es detener para que vuelvan a encenderse y que el dolor reviva como una llama incandescente.

Mis heridas las apagaron los besos húmedos y los ojos ciegos porque no puedo permitir que alguien me arrebate la decisión de sentir el dolor o no.

Hasta ahora he estado inerte.
Bienvenido pues.
La verdad es que
me estoy quedando al borde del acantilado.
Pero es un acantilado al que nos gusta asomarnos y al que
(a pesar de la altura)
no sería tan doloroso caer si durante la bajada 
me desconcentraras.

domingo, 19 de enero de 2014

Quizás sea genética también, y que no pueda sonreír más tiempo del que no puedo mentirme a mí misma sin notar que estoy haciendo el gilipollas.

Cold

Oscuras golondrinas id para vuestro nido que el frío acecha y por el cielo no llueven mantas.
Incluso tratando de odiarte estoy volviendo hacia ti. Como los talones, que siempre andan en la dirección opuesta a la que miran, intento pisar firme aun sabiendo que no es allí donde deseo ir. Pobres e indefensos los talones, sacrificados siempre llevando todo nuestro peso, para que, al fin y al cabo, no puedan nunca decidir.