sábado, 27 de septiembre de 2014

Con el agua hasta el cuello

Así estaba
creyendo que me iba a ahogar a cada segundo que pasaba,
sabiendo que ese sería el último centímetro de cielo que iba a ver...
Pero luego resultaba que el agua bajaba y todo el sofoco había sido en vano.

Me quedo sin duda con el invierno.
No quiero más veranos.
O no como éste.

Elijo el frío, para así tener una excusa cuando me ponga a temblar.

Esto es de lo poco bueno que he hecho últimamente, y tan siquiera te has dado cuenta.
Yo antes podía dormir,

ahora cada vez me conozco menos.
(De pedir a gritos que alguien me salve, pero de callarse cuando ves que vienen. De eso va la cosa.)

2 comentarios:

  1. No et callis, perquè som moltes persones les que volem (i podem) salvar-te.
    (Ets increïble, cada cop n'estic més i més segura.)

    ResponderEliminar