martes, 28 de enero de 2014

La eternidad y un día

serán necesarios para que yo ya no quiera 
estar
con
tigo.
El día después de la eternidad podrás irte, si quieres, pero déjame antes vivir las siete vidas que me pertenecen
con
tigo.
O el día después de la eternidad seguiré sin dejarte ir. 
Piénsalo.
Siete vidas eternas con sus 'mañana' respectivos, y todas las mañanas conmigo, como si siete vidas no fueran suficientes, ni la eternidad, como si aún nos faltara un día. 
Un día con siete vidas;
un día eterno.

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