Este vals de cintura quebrada
termina en cada esquina
provocando vaivenes entre las piernas.
Todas las calles de Barcelona
dibujadas por los vuelos de las palomas
y por el vapor que sale de nuestro clima.
Y de la nada salió la hormiga
para escalar entre la tribu urbana
quijotes y castillos
lumbreras y espadas
hasta anidar en el pequeño hueco dormida
que queda entre nuestros ojos
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